"Lo que ayer era una quimera hoy es una rutina,
esas madrugadas con llantos que no terminan
y es que no dejas de pasear por mi cabeza,
evidente certeza la de tu abrumadora belleza
cada día me miento pensando que puedo tenerte
sabiendo que no soy el primero en tu mente,
tengo miedo a no acabar a tu lado,
tengo miedo a que me dejes apartado
rosa marchita que espera en mi bolsillo
que no encuentra aún su sitio,
si no te beso al fin pueden preparar mi particular ataúd,
y es que es muy difícil encontrar chicas como tú
sinceramente, no me reconforta por muchas camas que visite
si no puedo probar la textura de tus labios de aceite,
quiero compartir contigo mi sendero,
por eso hoy le gritaré al viento que te quiero..."