miércoles, 24 de febrero de 2010

Melancolía, motivación y buenas experiencias.

La vagancia es un vicio que nos persigue a todos para que nos impida o nos dificulte más ciertas tareas, prefiriendo hacer otras más cómodas. Quizás sea eso lo que le impide actualizar con otra entrada al otro miembro de este blog. Espero que se decida a actualizar, porque esto se muere...

En fin, me hallo escribiendo en un piso de alquiler en el cual tengo que sobrevivir para poder labrarme un futuro en el cual no quiero estar durmiendo dentro de un portal, enrollando billetes de 5€ y con el tabique roto. Sí, sobrevivir... por lo duro que es para mi estar sin la gente que veía siempre, sin sentir el aire y el ambiente único de Denia, etc. Y es que no valoras lo que tienes hasta que lo pierdes... o por lo menos, en mi caso, hasta que lo tienes lejos. Ahora estoy encerrado en un ambiente propio de melancolía, de escasa motivación, algo de temor por el mañana y por lo nuevo, y de confusión...

Ahora bien, de esta experiencia que estoy viviendo no saco conclusiones malas, sino, muchisimas buenas: Y es que convivir con mis compañeros de piso, ir de cerveceo con nuevos amigos, conocer otra gente, etc. me ayudan a ir venciendo mi timidez distante que tantos problemas me ha dado... También mi rápido aprendizaje en el campo de la cocina. Y por supuesto, las miles de anécdotas con las que te quedas, sobre todo las que ocurren en tu piso.

Las cosas van a mejor, y aunque en algunos aspectos no me vaya del todo bien, sé que todo irá bien y ahí estará la gente de siempre para apoyarme.






Fight

martes, 3 de noviembre de 2009

En busca de la jodida felicidad

La verdad es que empezar de cero ha sido un alivio para mi. Todos mis pensamientos que están enredados los unos con los otros van encontrando su sitio y ya me dejan ver las cosas de otra forma, lo empiezo a ver todo más claro.

Estaba completamente cegado, lo que posiblemente propició mis grandes fracasos amoríos. No hay peor confusión que el amor puro y el amor carnal. Pero gracias a mis constantes caidas aprendí a diferenciarlo. En mi último desengaño perdí casi toda esperanza de volver a ser como era antes, a volver a confiar en una mujer, o incluso a confiar en mi mismo. Me vi completamente sólo para toda una vida, me vi escondido en un rincón. Peor que nunca, así me veía yo, el peor momento de mi vida... Hasta el punto de que mi mejor amigo me vio llorar por primera vez, quizá también por culpa del alcohol de aquella noche. Y es que es mentira que el alcohol ahoga las penas, por que las muy putas flotan, y salen a la superficie con más fuerza.

Pero con un poco de ayuda de mis amigos y un poco de reflexión dejé atrás esa chica y puse mi mirada hacia adelante, hacia el futuro, dejando atrás el tan amargo dolor que me produjo ese desengaño. Un tiempo después, vuelvo a ser una persona positiva y que cree haber encontrado el escondite de la felicidad, por que ahora sé donde se esconde la gran felicidad. Se encuentra en el día a día, en todos los sitios, tan simple como suena. En esa ducha caliente que te relaja, en esa carcajada con los amigos, en ese coche que pasa con tu canción preferida, en esa chica tan bella que se cruza contigo y te sonríe, en esa comida con la familia los sábados, en esas tonterías que se sueltan con los amigos los sábados por la noche, en esa noche que te duermes con la lluvia de fondo... y miles de cosas más que nos pasan cada día pero que no gozamos con plenitud de ellas.

Sólo hay que tener algo de paciencia, yo pasé del más absoluto dolor a poder mirarle a la vida a los ojos, esa vida que tanto me ha jodido, y sonreirle, y ella me devolvió la sonrisa. Y es que nunca hay que tirar la toalla, por que todo vendrá cuando menos te lo esperes y de la forma que nunca habías pensado. Ahora mismo puedo decir que he recuperado la alegría y las ganas de saber lo que me deparara el futuro más próximo, pero, soy prudente y aún soy consciente de que tengo que desenredar muchos pensamientos más que siguen hechos un lío en mi cabeza.





Necesitaba escribirlo...

martes, 13 de octubre de 2009

Curiosidad

A quien no le han preguntado alguna vez por algo que le haga levantarse todos los días, algo que te de motivación para afrontar los duros retos que se nos presentan a lo largo de esas 24 horas. Yo no soy una excepción y también me han planteado esa cuestión varias veces, todas ellas he necesitado un buen rato para pensar en un respuesta coherente y que respondiese a la pregunta.

La verdad es que te puedes sentir afortunado cuando tienes algo a lo que agarrarte y por lo que luchar día a día. Te da motivación, y precisamente motivación es lo que haría falta en mi vida para que no fuera tan rutinaria, pues aquí sigo esperando algo que alumbre el camino de mi vida. Las personas más cercanas a mi ya saben lo que deseo en mi vida y practicamente es el esfuerzo que realizo por conseguir ese futuro ansiado lo que me da fuerzas para seguir adelante.

Otras cosas que me dan ganas de levantarme cada día, son esos pequeños momentos que se suceden todos los días en los que te dejas llevar por sencillos placeres como puedan ser quedarte en la cama un rato más, una buena comida, una canción, un beso. Son esas pequeñas cosas las que de verdad dan la felicidad a una persona o por lo menos la que más te acercan a ese estado utópico del ser.

Y cuando todo falla, no queda más remedio que levantarse de la cama por curiosidad, curiosidad de ver que aporta un nuevo día y todo lo que vendrá en tu vida que no olvides que hay solo una.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Que me encuentro con el alcohol si no me buscas

No insistas y sal ya de mi vida
no quiero que te contagien mis heridas
tú tranquila que yo me las apaño
soy feliz, ya nadie me hace daño
no estés triste, no me destrozaste
no era madera sino ceniza lo que quemaste
no insistas tus lágrimas no lo resucitaran
ahora quiero estar sólo déjame en paz
no soy el mismo tipo al que guiaste
cuéntame a través de cartas, no esperes que te conteste
he reflexionado y ahora lo veo más claro
las dudas que tenía se han apagado
que aquel día que yo te regalé flores
él vino y te regaló un Rolex
siento si aquel sábado te dejé sola
sabes que prefiero el whisky a la coca-cola
mi familia y mis amigos van por delante
es algo que he aprendido, venga salte
que si, que soy un acabado
que a la botella de ron me quedo abrazado
pero yo antes no era así, no
una, dos, y tres te digo
son las mujeres que han jugado conmigo
y así estoy, sin resquicio de amor
se desvaneció por la puerta como el vapor
prefiero no estar con nadie, no es lo que pedí
pero sólo así puedo rozar ser feliz
cada vez menos sensible, más seguro
soy un sinvergüenza, aunque suene duro
y es que aquel niño bueno se ha cansado
de esperar lo que no llega, aquello que ha llorado,
mañana me despertaré, y en tu lado... en tu lado ya no estas
que me encuentro con el alcohol si no me buscas…

domingo, 3 de mayo de 2009

Una noche fría...

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Una opaca bruma cubría la totalidad de las calles del pequeño pueblo. Era una fría noche de invierno en la que las farolas libraban una intensa batalla contra la oscuridad, el frío y la niebla, una batalla que perdían todas las noches desde que el otoño se esfumó. El pueblo se había convertido en un refugio de sombras y rincones que las ratas ya habían abandonado.

En una calle se podían distinguir dos figuras abrazadas de apariencia humana que avanzaban sin rumbo por el centro de la vía. A pesar de los abrigos que llevaban, se apreciaba la figura de un hombre y a su lado, un poco más bajita, la figura de una mujer. ¡Qué bonita escena se veía! La soledad que destilaba cada muro contrastaba con el calor, el cariño y la ternura que evocaba aquel continuo abrazo de los enamorados. La tenue luz de las figuras hacía posible ver más claramente la apariencia de aquella pareja. La muchacha, que no debía superar las dieciséis años de edad, tenía unos cabellos rizados, de color heno, que ondulaban empujados por el viento que soplaba, también deseoso de acariciarlos. La piel, para hablar de su piel habría que hacer un libro entero describiendo minuciosamente cada curva que se intuye en su figura. Los ojos, de un gris tan profundo como la neblina que rodeaba a la pareja, miraban sin mirar al caballero que tenían al lado y que sin duda le hacían sentir como el ser más afortunado del planeta.

Digo esto porque aquel afortunado personaje era yo recordando un pasado en el que tú estabas junto a mí. Si pudiera elegir querría regresar a aquel tiempo en el que los dos pensamos que ese amor no tendría final.

lunes, 30 de marzo de 2009

Plenilunio


"Lo que ayer era una quimera hoy es una rutina,
esas madrugadas con llantos que no terminan
y es que no dejas de pasear por mi cabeza,
evidente certeza la de tu abrumadora belleza

cada día me miento pensando que puedo tenerte
sabiendo que no soy el primero en tu mente,
tengo miedo a no acabar a tu lado,
tengo miedo a que me dejes apartado

rosa marchita que espera en mi bolsillo
que no encuentra aún su sitio,
si no te beso al fin pueden preparar mi particular ataúd,
y es que es muy difícil encontrar chicas como tú

sinceramente, no me reconforta por muchas camas que visite
si no puedo probar la textura de tus labios de aceite,
quiero compartir contigo mi sendero,
por eso hoy le gritaré al viento que te quiero..."

viernes, 20 de febrero de 2009

Ahora yo...

Nunca me han roto el corazón. O eso es lo que creo, y eso que no ha habido ocasiones propicias para ellos. Sin ir más lejos, hace unos días se dieron las condiciones necesarias para ello. Pero no. No estoy triste ni nada parecido. Me siento bien. Si hay algo por lo que estoy inquieto o preocupado es por algo que no tiene nada que ver con lo sucedido.

Veo a la gente que dice que le han roto el corazón y la veo mal. Deprimida, con una apatía que se sale de la normalidad. Aunque quizá esto sea fachada o una búsqueda de atención por parte de los demás… pero, ¿qué se siente cuando te rompen el corazón?. Yo, sinceramente no lo sé. O quizá si que lo sepa y lo haya experimentado alguna vez allá por junio o julio. Entonces puede que rompieran el corazón, reflexiono y veo que no es nada, que simplemente es algo que se va y que no es insustituible. El amor es muy bonito, pero no es indispensable. Creo que son más indispensables los amigos y más en esta edad.

Me refiero a la edad que tengo, los 16 años y alrededores. Y luego vas por ahí y ves gente que esta deprimida porque no tiene pareja. Joder tío, tienes más amigos de los que jamás tendrás pero, ¿para qué quieres más?...

Basta de chorradas y que la gente madure un poco, que no se puede ir por la vida de esa manera. Ir de inocente. Queriendo que la gente se fije en ti llorando por ahí.

-¡Ay! Mi amiga tiene novio, ¿qué hago?. Tengo que pescar a alguien ya.

Pero no busca a alguien normal. Tiene que ser el más inmaduro de todos. Es que parece que los más normales sean aburridos.

-Oye, mira, quería decirte una cosa… pues que desde el primer momento en que te vi, estoy enamorado. Nunca había sentido algo así. Eres mi inspiración para todos los poemas. Te quiero mucho, no puedo existir sin ti. Me siento vacío.

-Sí, bueno… ¿tienes moto?